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El gerente del grupo MGM Mirage, Jim Murren, admitió que su compañía, como muchos otros conglomerados y hoteles casino independientes del Sunset Strip, encontrará muy difícil sobreponerse a la ausencia de turistas, algo que está dado por hecho si es que los amargos pronósticos que se esperan para el resto de este año y el que viene están en lo cierto y no exageran ni un poco.
Los remolinos de la crisis económica son tan fuertes que hacen tambalearse a las empresas más importantes del sector de apuestas en el estado de Nevada. Tanto, que ya se corren rumores de la venta al desguace de MGM Mirage, y de la quiebra y agonía de muchas compañías que acabarán decidiendo su fortuna en las cortes estadounidenses tras entrar en una cesación de pagos inminente.
Los turistas no quieren saber nada con los casinos de Las Vegas, y ellos todavía no han desarrollado una política de atracción y promoción que convenza a los turistas de olvidar aunque fuera momentáneamente la crisis global para apostar unos dólares en las mesas de juego.